Virgen de Chiquinquirá: esta es la interesante historia

¿Cómo empezó el fervor por la Virgen de Chiquinquirá?

La devoción a la Virgen de Chiquinquirá tiene origen a finales del siglo XVI, en un pueblo llamado Chiquinquirá, en el departamento de Boyacá, cuando una obra de arte religiosa que había sido encargada por Antonio de Santana comenzó a deteriorarse por el abandono y las condiciones ambientales.

La pintura, realizada por el artista Alonso de Narváez en 1563, representaba a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos y San Antonio de Padua junto a San Andrés Apóstol. Con el tiempo, la imagen quedó casi irreconocible, cubierta de moho y suciedad.

El milagro que despertó la fe ocurrió el 26 de diciembre de 1586, cuando la campesina indígena María Ramos, que había estado rezando frente a la imagen en ruinas, vio su restauración milagrosa. Los colores de la pintura se volvieron brillantes y las figuras volvieron a ser visibles sin intervención humana.

Este hecho fue interpretado como una señal celestial, y rápidamente la noticia se extendió por toda la región, atrayendo a fieles y peregrinos de diferentes partes de Colombia. La imagen se declaró milagrosa y se venera desde entonces.

La ciudad de Chiquinquirá, en Boyacá, juega un papel central en la historia de esta devoción. Tras el milagro, se construyó un santuario en el lugar para albergar la imagen, y el pueblo se transformó en un importante centro de peregrinación mariana en Colombia.

Con el tiempo, la Virgen de Chiquinquirá fue reconocida oficialmente como la patrona de Colombia. El santuario de Chiquinquirá, ahora conocido como la iglesia de Chiquinquirá, sigue siendo uno de los destinos religiosos más importantes del país, y cada año recibe a miles de creyentes que buscan agradecer favores y milagros atribuidos a la Virgen.

¿Cuándo se celebra la fiesta de nuestra Señora de Chiquinquirá?

La principal fiesta dedicada a la Virgen de Chiquinquirá se celebra el 9 de julio, fecha en la que se conmemora su coronación como la Reina y Patrona de Colombia, un evento que tuvo lugar el 9 de julio de 1919. Cada año, en esta fecha, miles de peregrinos acuden a la ciudad de Chiquinquirá, para rendir homenaje a la Virgen.

Durante la festividad, se llevan a cabo celebraciones religiosas que incluyen misas solemnes, procesiones con la imagen de la Virgen y rezos del rosario. La basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, donde se encuentra la imagen original, se convierte en el epicentro de la actividad devocional.

Además de los actos litúrgicos, la celebración de nuestra Señora de Chiquinquirá incluye manifestaciones culturales y populares. En las calles de la ciudad se realizan ferias artesanales, eventos musicales y representaciones teatrales que muestran la importancia de la Virgen en la vida diaria de los habitantes.

Es común ver a los fieles llevando velas y flores, mientras se organizan procesiones en las que se canta y reza en honor a la Virgen. Muchas personas llegan a Chiquinquirá caminando desde pueblos cercanos, como parte de un peregrinaje de fe, algunos incluso recorren largas distancias como promesa por los favores recibidos.

Otra tradición importante en honor a la Virgen de Chiquinquirá es la novena que se realiza los días previos a su fiesta principal. Durante nueve días, los devotos se reúnen en la basílica y en diferentes iglesias de la región para rezar, pedir favores y agradecer por los milagros atribuidos a la Virgen.

La novena es una práctica común en la cultura religiosa católica y fortalece el sentido de comunidad entre los fieles. En estas jornadas también se destacan actos de caridad, como la entrega de alimentos a personas necesitadas, lo que refleja el espíritu solidario que acompaña las celebraciones marianas.

¿Qué milagros ha hecho la Virgen de Chiquinquirá?

Desde lo ocurrido con la pintura en 1586, los fieles le atribuyen milagros relacionados con la sanación de enfermos, la protección en tiempos de guerra y el alivio en situaciones de necesidad extrema.

Entre los milagros más conocidos también está la liberación de un grupo de prisioneros que, según los relatos, rezaron a la Virgen y fueron liberados de manera inexplicable. Además, se le atribuyen intervenciones durante catástrofes naturales, como inundaciones y terremotos, donde se afirma que su intercesión evitó mayores desastres.

La Virgen de Chiquinquirá es considerada una protectora de los oprimidos y una fuente de consuelo para quienes enfrentan dificultades, lo que ha reforzado su devoción a lo largo de los siglos en Colombia y otras partes de América Latina.

Claro hace presencia en Chiquinquirá en esta Navidad para llevar a los habitantes conectividad y acercar la tecnología a gran parte de la población.