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Inclusión y diversidad: pilares para un futuro equitativo
El reconocimiento de las diferencias con el otro nos enriquece como sociedad
¿Qué es la inclusión social y cómo impacta en el campo laboral?
La inclusión se basa en garantizar que todas las personas, independientemente de sus características de género, creencias religiosas, etnia, orientación sexual, físicas, culturales, sociales o cualquier otra; tengan igualdad de oportunidades y participación en todos los aspectos de la sociedad. Esto incluye crear ambientes donde todos se sientan seguros, valorados y respetados.
Según Andrea Hernández, Líder de la política de Diversidades e Inclusión de la Universidad EAN, “un ejercicio clave para lograr la inclusión es cuestionarse, todos tenemos sesgos y estereotipos inconscientes que a veces normalizamos. Hay que revisar la forma en que nos estamos comunicando, las palabras que estamos usando”.
En el ámbito laboral, la diversidad implica contratar y trabajar con personas de diferentes orígenes, creencias o inclinaciones sexuales, lo que puede enriquecer la cultura organizacional y fomentar la innovación. Además, permite que haya diversas perspectivas e ideas más enriquecedoras.
También se puede evidenciar la inclusión y diversidad en prácticas que aseguran igualdad de oportunidades para todos los empleados, promoviendo un ambiente de trabajo equitativo y respetuoso. Esto puede incluir programas de sensibilización, formación y capacitación en diversidad o la implementación de medidas para asegurar la accesibilidad.
Por ejemplo, en conversaciones informales de trabajo pueden darse espacios en que los colaboradores hagan comentarios sobre algún tema, pero hieran, sin darse cuenta, las creencias de algún integrante del grupo. “El chiste no es chiste si incomoda a alguien. No hay que dar por hecho que como usamos ciertas palabras siempre está bien”, agrega Andrea Hernández.
¿Cómo promover la inclusión y equidad en una Colombia diversa?
Lograr la inclusión y equidad en Colombia debe darse desde la promoción de oportunidades para todos los ciudadanos reconociendo la diversidad, independientemente del género, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra característica.
En el ámbito empresarial, las compañías en Colombia pueden adoptar prácticas inclusivas y equitativas al crear programas de capacitación en diversidad para sus empleados, implementar políticas de contratación inclusiva y fomentar un ambiente de trabajo respetuoso y equitativo.
De hecho, Claro ha implementado diversos programas para fomentar el empleo inclusivo de personas en condición de vulnerabilidad como mujeres, madres cabeza de familia, víctimas de la violencia, migrantes y personas en condición de discapacidad.
Claro por Colombia, la estrategia de sostenibilidad de la compañía, busca la inserción laboral de personas con barreras de acceso a un trabajo formal digno a través de la Ruta de Inclusión Laboral y Social de Población Vulnerable. Así mismo, con el programa Escuelas Conectadas Claro por Colombia, se busca acercar la tecnología a las zonas más apartadas del país, para que todos los niños tengan acceso a igualdad de oportunidades y herramientas para surgir.
¿Qué papel cumple el lenguaje inclusivo y cómo mejorar la comunicación?
El lenguaje inclusivo es una forma de comunicarse que busca evitar la discriminación y promover la igualdad de género al utilizar términos y expresiones que no excluyan a ningún grupo poblacional. Esto puede implicar el uso de palabras neutras en cuanto al género.
Por ejemplo, en lugar de decir "los doctores", se podría decir "el personal médico". Este tipo de lenguaje también ayuda a evitar términos degradantes o estigmatizantes sobre otras características como la orientación sexual, la raza, la discapacidad, entre otros.
Para lograr la inclusión desde la comunicación, es esencial que tanto las organizaciones como las personas adopten prácticas de lenguaje inclusivo en sus discursos y materiales escritos. “El secreto de la comunicación es que tú puedas conectar, cuando tú no te sientes representado por las imágenes, o el contenido no conectas”, comenta Andrea Hernández.
Esto incluye la educación y la sensibilización sobre la importancia del lenguaje inclusivo, la revisión y adaptación de documentos y comunicados oficiales, y la promoción de guías y manuales de estilo que incluyan recomendaciones sobre el uso de un lenguaje inclusivo.
Un caso podría ser una empresa que revisa su manual de empleados para asegurarse de que las descripciones de los puestos de trabajo no están sesgadas por género, o una universidad que ofrece talleres sobre lenguaje inclusivo para sus profesores y estudiantes.
Al adoptar estas prácticas y todos los lineamientos de los que hemos hablado a lo largo de este artículo, se fomenta un entorno más equitativo y respetuoso, en el que todas las personas se sientan valoradas y representadas. Por ese desde Claro, somos conscientes de eso y trabajamos todos los días para no dejar a nadie atrás.
